Hoy metiéndome en google he hecho la siguiente búsqueda: ideas de negocios rentables.
La verdad es que encuentras de todo, desde:
51 negocios rentables fáciles de iniciar
70 negocios rentables sin inversión
61 negocios rentables que requieren poco dinero
75 ideas de negocios que puedes arrancar con muy poco dinero…
En fin, la lista es muy larga de todas las webs, artículos y videos que puedes encontrar de esto.
Y yo me pregunto, ¿cualquier idea es viable para crear un negocio?
Por mi experiencia en la creación de un negocio, este es mi segundo, hay una cosa que tengo clara, y es que no es nada fácil.
Cuando nos muestran la facilidad de algo como es crear un negocio, disculpadme, pero hay gato encerrado.
Y no es por criticar lo que muestran en la red sobre todos estos negocios fáciles de montar, pero la realidad, es que hay que analizar muy bien cada idea y adaptarla a nosotras.
Mira, hay 2 puntos importantes que tienes que plantearte, si quieres desarrollar una idea de negocio:
- si esa idea te tiene enamorada
- ¿por qué quieres hacerlo?
Esto es fundamental antes de comenzar a dar los pasos sobre la viabilidad de tu negocio, es decir, hacer un business plan.
De nada sirve tomar una idea de negocio porque es rentable, si no sientes nada por esa idea.
Esto es importantísimo, porque durante todo el proceso de creación y desarrollo del negocio vas a encontrar muchos momentos difíciles, de dudas, de incertidumbres….
Si en estos momentos de dificultad, no tienes nada que te apasione o te una a tu idea de negocio, te puedo asegurar que no tendrás la suficiente paciencia ni perseverancia para continuar en el camino.
Esa idea que te enamora
Voy a empezar a profundizar sobre el primer punto. Estar muy enamorada de la idea que quieres desarrollar.
Emprender es un estilo de vida. Cómo ya he dicho anteriormente, no es fácil ya que hay una serie de ventajas, no lo dudo, pero también muchas desventajas que tienes que asumirlas dentro del nuevo estilo de vida que vas a tener.
Y digo nuevo estilo de vida, porque la persona que emprende un negocio tiene que aprender a vivir con la incertidumbre, exponiéndose cada día para hacer visible su negocio, es la única responsable de los éxitos y los fracasos, el día a día profesional se desarrolla muchas veces en solitario y los resultados hay que esperarlos a largo plazo.
Evidentemente, cuando montas un negocio, da igual si es físico u online, tiene que gustarte aquello que vas a ofrecer, tanto si es un producto como un servicio.
También tienes que saber más que la media de la población y aprender al máximo sobre ese producto o servicio que vas a vender.
Tienes que creer a ciegas en lo que vendes. Porque si no crees en ello con pasión, no vas a poder transmitir a los demás los beneficios que pueden obtener por hacer la compra.
Por eso este punto del enamoramiento es fundamental. Debemos estar enamoradas de la idea de negocio que queremos emprender, antes de ponernos a hacer números, ver a qué tipo de clientes nos vamos a dirigir, que canales de comunicación y distribución vamos a utilizar etc.
Hay mucho trabajo de trastienda para que una idea salga a la luz, y por eso es importante que te guste, como muchos dicen, que te apasione. Pero yo voy más allá, porque la pasión muchas veces puede ser de una noche. Tienes que estar verdaderamente enamorada de tu idea y de tu proyecto.
Definición de enamoramiento:
Estar enamorada de alguien conlleva a que una serie de emociones y sentimientos salgan a flote, ese estado de felicidad incondicional que te hace estar en una nube cuando te sientes atraída por una persona.
Pues así tienes que estar tu de enamorada de tu idea y proyecto. Este enamoramiento te llevará a amar lo que haces y a sentir, que esto es lo único que quieres hacer.
¿Por qué quieres hacerlo?
Este segundo punto es importantísimo tenerlo en cuenta a la hora de emprender una idea de negocio.
Muy bien, estás enamorada de tu idea. Pero ¿por qué lo quieres hacer?
Esta pregunta es el núcleo de todo.
Tienes que saber la razón de por qué quieres ofrecer ese producto o servicio. Y para ello, es muy importante que te hagas las siguientes preguntas:
- ¿Qué problema voy a resolver con mi producto o servicio?
- ¿Qué necesidad me gustaría satisfacer en mi futuro público o cliente?
- ¿Qué solución quiero dar?
Es cierto que tienes que saber:
- Qué quieres vender (producto/servicio)
- Cómo lo quieres vender (canal de distribución)
- A quién lo quieres vender (tu público o cliente objetivo)
Pero antes de analizar y pensar en todas estas fases del proyecto, lo primero es encontrar el POR QUÉ quieres hacerlo.
Si en ese POR QUÉ está dar una solución al mundo. Enamórate de esa solución y lánzate al proyecto.
Busca que ese POR QUÉ este en coherencia con tus valores, con tus talentos y con lo que sientes.
En ese POR QUÉ siempre tiene que haber una propuesta de valor para alguien, porque es la manera de que tu idea tenga un sentido de negocio.
Emprender: una actitud y un estilo de vida
Actitud
Emprender es una actitud. En ella están englobadas la creatividad, el aprendizaje, ser un visionario y pensar en grande, exponerse y tener notoriedad (tienes que estar visible), vender, hacer relaciones, ser flexible y ágil para adaptarte a las dificultades, asumir las críticas y el riesgo.
La creatividad no significa estar todo el día rodeado de arte, música, pintura… La creatividad es también la habilidad para ser diferente, para generar constantemente ideas que te hagan mostrarte diferente a los demás que venden lo mismo que tú, porque eres única.
El aprendizaje continuo es un rasgo típico de los emprendedores y además marca mucho nuestro estilo de vida. No solo se trata de aprender para saber más o buscar nuevas maneras de generar más valor a nuestros clientes, sino también aprender de los fracasos con los que nos vamos a encontrar en el camino.
Pensar en grande y visualizar tu idea transformada en negocio. Si no piensas que es posible no darás nunca el paso. Si te visualizas como tu propia jefa y te ves dando muchas soluciones a los demás, no habrá obstáculos que se interpongan entre tu y tu objetivo. Bueno si los habrá, no te digo que no, pero manteniendo esa visión en tu cabeza, harás que estos no te superen.
Exponerse y ser visible. Siento mucho decirte que este punto es fundamental para un emprendedor. Para que te compren te tienen que ver. Si no te muestras, si no muestras lo que vendes o el servicio que ofreces serás invisible. Tendrás que buscar aquel canal con el que te sientas más cómoda. No todo el mundo tiene porque tener un canal de Youtube, ni un podcast ni estar todo el día en Instagram. Dependiendo de cual sea tu negocio o producto, tendrás que buscar la mejor vía para llegar a tu público o clientes. Y esto es así, tanto en un negocio físico como online.
No te queda otra que aprender a vender. Pero esto solo lo puedes hacer si realmente crees en tu producto o servicio, y en los beneficios que este puede dar a los demás. Sin ventas no hay negocio que se sostenga en el tiempo. Si crees en lo que haces ¿por qué no lo vas a recomendar?
El Networking es fundamental para darte a conocer y encontrar buenas colaboraciones para tu idea de negocio. Tienes que salir de casa para darte a conocer al mundo, y que el mundo sepa lo que tienes entre manos. Utiliza las redes sociales o profesionales para hacer contactos y de este modo ofrecer tus servicios, productos y colaboración.
Si no eres flexible empieza a habituarte a serlo. Cuando emprendes hay tantos cambios en el camino, que tienes que ir adaptándote y siendo flexible a esos cambios. Igual tenías una planificación, y en un momento tienes que cambiarla o modificarla por un imprevisto de última hora. Es ahora cuando la creatividad y la habilidad de adaptación juega un papel fundamental.
No puedes gustarle a todo el mundo. Ni a todo el mundo le puede gustar lo que vendes u ofreces. Es más, habrá personas que critiquen lo que haces y el por qué lo haces. Esto es otro aprendizaje más de esta actitud emprendedora. Hay que aprender de las críticas constructivas y con buen fondo, para mejorar. Y hay que dejar de lado las criticas por el hecho de criticar sin más.
Y si no te gusta el riesgo, mejor que no emprendas. El riesgo económico esta presente. No eres un asalariado con una nómina al final de mes. La inseguridad económica siempre esta ahí. Pero ¿hoy en día hay una completa seguridad laboral por cuenta ajena? Pues no mucho. Esta claro que esta mentalidad de asumir el riesgo es parte del estilo de vida que tiene un emprendedor. No existe un ingreso de dinero todos los meses igual. Al principio incluso no hay ni ingresos.
De ahí, que haya que hacer un estudio de tus recursos económicos antes de lanzarte a cualquier proyecto y a dejar cualquier trabajo por cuenta ajena.
Estilo de vida y mentalidad
En todos estos puntos que he narrado se puede vislumbrar un estilo de vida. Es cierto, que se dice que el emprendedor tiene un estilo de vida flexible y libre en cuanto a que se es dueño de las actividades y horarios. Pero justamente como eres dueña de tu propio negocio tienes que dedicarle las horas que ese negocio necesita para tener éxito y ser rentable.
Esta claro que existe una flexibilidad de horarios, y que te puedes organizar como tu quieres, pero por ese motivo, tienes que trabajar la productividad para conseguir que tu horario no se convierta en algo esclavizante, y te aleje de esa libertad que buscabas.
Hay que trabajar mucho la MENTALIDAD para evitar los bloques, controlar los miedos, tener una fuerte confianza y una buena autoestima.
Justo para tener a raya todo el tema de la autoestima hay que trabajar muchos las creencias limitantes con las que tu misma te vas a poner barreras para avanzar en tu proyecto.
El emprendimiento es una montaña rusa de emociones. Un día esta en lo alto, y un día sientes que todo se pierde. Hay retos diariamente, y en ese día a día hay que avanzar con paciencia; paso a paso y saboreando los pequeños logros que te hagan seguir motivada en tu camino.
No te compares con otros emprendedores de tu sector para que esto afecte a tu estima y confianza. Aprende de ellos en lugar de compararte.
Por último, si quieres emprender tienes que ser perseverante. No tirar la toalla con facilidad. Tener una mentalidad imbatible. El emprendedor es un corredor de fondo, que va poco a poco, reservando fuerzas, realizando pequeños logros durante la carrera, perseverando en su objetivo, que es llegar a la meta.
Pero esa meta solo es alcanzable si tienes un POR QUÉ para llegar. Una razón lo suficientemente fuerte como para seguir avanzando hacia ella.
Espero que con todo esto que te cuento, que surge de mi experiencia emprendedora, te pueda ayudar a encontrar esa idea de negocio que es coherente contigo y sea una razón lo suficientemente fuerte como para emprenderla.
Un abrazo
Ana – Mujer Expat.