Volver a empezar

 

“Hoy te toca volver a empezar
Con la nada que te quedó ya
Hoy te toca volver a cambiar
Lo sabes por lo que vendrá “

 Julieta Venegas

 

 

Hoy toca volver a empezar como otras tantas veces. La vida nos mueve en ocasiones a cambiar, a salir de dónde estamos para enfrentarnos a la incertidumbre y a un futuro que no está escrito.

Ante un despido en el trabajo, un cambio en nuestra empresa que hace que se mueva nuestro puesto, una salida del mercado laboral por obligaciones personales, un querer volver a esa vida profesional que dejamos atrás, unas ganas locas de cambiar porque los lunes se asumen con vértigo….

 

“Aunque nadie puede volver atrás y hacer un nuevo comienzo, cualquiera puede comenzar a partir de ahora y hacer un nuevo final”. María Robinson

Ante la idea de que nuestra vida profesional y personal se tambalea siempre está la idea de volver a empezar.

Pero nunca ese “volver a empezar” es igual. Si echamos la vista atrás en nuestras vidas, tanto en lo personal como en lo profesional, ese empezar fue diferente, porque nosotras también éramos diferentes.

No nos damos cuenta de la experiencia que vamos adquiriendo a lo largo de la vida. No nos damos cuenta, porque no tenemos el hábito de hacer balance de lo que hemos aprendido, de los conocimientos que tenemos, de las experiencias vividas y de los logros alcanzados.

Hacer un balance de nuestra carrera profesional nos hace darnos cuenta que “ volver a empezar” lleva una mochila cargada de muchas historias profesionales, de muchos conflictos resueltos, de mucho aporte de valor, de muchas horas de trabajos, de muchas lecciones aprendidas, de muchas ideas desarrolladas, de mucha soluciones dadas, de ser referente en muchos temas, de colaborar en proyectos interesantes, de hacer equipo con personas interesantes y de pasar momentos de estrés que quedaron en momentos….

Toda la mochila que nos acompaña a lo largo de nuestra vida está llena de muchas competencias, de muchas cualidades personales, de un saber hacer y un saber estar que nos tiene que ayudar a que ese “volver a empezar” sea distinto.

Se nos olvida hacer una autoevaluación de todo lo que hemos hecho, de todo lo que hemos aportado y de todo lo que hemos aprendido.

Por todo ello, te voy a dar un ejemplo de cómo hacer esta autoevaluación para que tu vuelta a empezar no se te haga cuesta arriba. Para que sientas que tienes las suficientes herramientas para tener un nuevo comienzo con éxito. El éxito como tú lo quieras entender y no como te digan los demás que es.

 

Revisa tu historia laboral

 

Vamos a retroceder al pasado. A ese primer empleo que tu viste. Vamos a utilizar la imaginación para ver que hacías y como lo hacías. Como era el desempeño de tus tareas. En que tareas eras más fuerte o te sentías más cómoda, y en cuáles no tenías seguridad y huías de ellas.

Revisa aquellos momentos, en los que te sentiste satisfecha por los buenos resultados en una determinada tarea o problema al que diste solución.

Intenta visualizar uno por uno todos tus puestos de trabajo, anotando en un documento toda la información que te venga a la cabeza tanto de lo positivo como de lo negativo que viviste allí.

 

PUESTO

DE TRABAJO

Puntos fuertes Puntos débiles Momentos de buenos resultados Tareas que te gusta hacer Tareas que no te gustan
           
           
           
           
           
           
           

 

Revisa tus rupturas laborales

Este punto es muy importante para analizar. En nuestra historia laboral hemos hecho cambios de puestos, de empleo, de empresa, periodos de desempleo…

 

“No todas las oportunidades son el mejor tren, algunas pueden llevar a una estación en la que realmente no se quiere estar o de la que luego es muy difícil salir”.

(Arancha Ruiz- El Mapa de tu talento)

Revisar esos momentos es fundamental para ver porque se dio ese cambio laboral; esa inflexión profesional dentro de nuestra carrera. Esta toma de decisiones o cambios a veces involuntarios en nuestra carrera profesional, no ofrece un gran aporte a nosotras mismas como profesionales.

En esos momentos de inflexión ha habido oportunidades de calidad donde la experiencia ha sido enriquecedora y hemos fluido con el puesto, y otras veces hemos tenido oportunidades que han terminado siendo un fracaso, pero que de ellas hemos sacado también un aprendizaje y nos han ayudado a curtirnos para llegar a ser las profesionales que somos ahora.

 

Visualizar y analizar estos momentos de cambio profesional nos hace verlos desde una perspectiva global, nos hace interpretar el por qué se tomó unas decisiones y no otras en cada momento.

 

Estos cambios nos tienen que dar pistas para nuestro “volver a empezar”. Estos cambios han llevado consigo un volver a empezar, y en ellos siempre ha habido una toma de decisiones, una dirección a seguir, una estrategia planeada o simplemente un dejarse llevar por las circunstancias y recursos que teníamos en ese momento.

 

Revisa tus actividades y vida personal

Otra parte que no nos podemos dejar atrás cuando tenemos que “volver a empezar” es nuestra vida personal. Siempre digo que la vida personal y profesional va completamente ligada. La una influye siempre en la otra porque las compartimos en nuestro tiempo diario.

En nuestra vida personal existen muchos factores que tenemos que tener en cuenta a la hora de planificar nuestro “volver a empezar”. Me refiero a aquellas partes de nuestra vida personal que son prioritarias, que valoramos y que no queremos ni perderlas ni dejar de dedicarles el tiempo que merecen.

Para ello, es importante hacer un listado de todas aquellos puntos y actividades de tu vida personal que necesitan que se tengan en cuenta a la hora de planear nuestro proyecto profesional que nos embarcará en un nuevo “volver a empezar”.

Del mismo modo, que debemos saber aquello que no vamos a cambiar ni dejar de priorizar en nuestra vida personal, también debemos aprovechar este análisis para saber qué puntos fuertes, que cualidades personales, que actividades extraprofesionales hacen que hayamos adquirido habilidades, talentos y competencias que nos puedan ayudar en el comienzo de una nueva andadura profesional.

Nada sobra ni es una tontería. Todo lo que nos pueda ayudar a mostrar el valor que tenemos como personas ira ligado a nuestra manera de ser como profesionales.

 

“Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo”. Julio Cortázar

Volver a empezar se puede convertir en un sufrimiento

Hace poco habla con una clienta justamente de lo difícil que es empezar de nuevo. Se puede tornar incluso un sufrimiento, ante la incertidumbre de desconocer lo que vendrá en los momentos siguientes.

Miedo a no saber, miedo a no controlar, miedo a encontrarnos con un escenario que no esperábamos, miedo a no cumplir las expectativas, miedo a no hacerlo bien, miedo a no estar a la altura, miedo, miedo y más miedos.

Aún no sabes lo que va a suceder. Aún no ha sucedido todo aquello que estamos presagiando que a lo mejor se puede dar. “A lo mejor”, “puede ser”, siempre nuestros pensamientos condicionando nuestras acciones.

Por eso, es fundamental divisar en el horizonte pasado, que siempre hubo una primera vez, que siempre nos enfrentamos a los mismos miedos, y que al final, todo transcurrió como debía y esos miedos terminaron disipándose.

Somos capaces de “volver a empezar” tantas veces como nos hemos tenido que parar. Evaluar el pasado profesional y personal sin aferrarnos a él. Solo revisar para aprender y darnos cuenta del camino recorrido, y como éste nos puede ayudar a impulsar el camino restante por recorrer.

 

Termino con otra canción que nos evoca el volver….

Volver con la frente marchita
Las nieves del tiempo platearon mi sien
Sentir que es un soplo la vida
Que veinte años no es nada
Que febril la mirada, errante en las sombras
Te busca y te nombra
Vivir con el alma aferrada
A un dulce recuerdo
Que lloro otra vez

Tengo miedo del encuentro
Con el pasado que vuelve
A enfrentarse con mi vida
Tengo miedo de las noches
Que pobladas de recuerdos
Encadenan mi soñar 

Carlos Gardel

Que el miedo no te quite el sueño de levantarte y crear un horizonte profesional y personal que te haga sentir bien contigo misma.

Un abrazo

Ana

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