Me estoy encontrado estos días a muchas personas que necesitan reiniciar y hacer un cambio de rumbo en su proyecto profesional, porque no se encuentran bien en el camino en el que están.
Es bueno, parar en seco y revisar nuestro Proyecto de Vida y Profesión. Y en este proyecto vamos a tener que trabajar y analizar tanto nuestro proyecto personal como nuestro proyecto profesional.
Estos dos proyectos van siempre de la mano, ya que entre uno y otro tiene que existir coherencia, los mismos valores y las mismas prioridades. Si esto no sucede, nos sentimos en desequilibrio y con una vida que no tiene el sentido que queremos.
Hoy quiero hablarte de las distintas etapas que tienes que trabajar en tu proyecto profesional. A mí me han servido muchísimo para poder tener claro que quiero conseguir, hacia donde me tengo que dirigir y cómo lo quiero hacer.
Estas etapas son: La Visión – la Misión – Los Objetivos – La Estrategia o Plan
Vamos a empezar por conocer que es esto de la Visión.
Tu visión de futuro
“Para un líder, carácter significa tener visión de futuro, para ver las cosas no sólo como son, sino como debería de ser, y hacer algo para cambiarlo.” Warren Bennis (estudios sobre liderazgo).
La visión es el mapa de tu futuro. Es aquello que quieres conseguir o llegar a ser. Sería como soñar en grande, pero con los pies en la tierra.
Para ello tendrás que empezar cuestionándote ciertas cosas. Entre ellas:
- ¿Cuál es la visión que tienes de ti dentro de 5 años?
- ¿a dónde te gustaría llegar?
- ¿qué quieres conseguir como profesional?
- ¿qué te gustaría hacer si tuvieras todas las facilidades a tu alcance?,
- ¿qué trabajo te gustaría tener?
- ¿en qué tipo de empresa te gustaría trabajar?
- ¿Cuál sería tu desarrollo profesional (metas )?….
En definitiva, hacerte preguntas para tener una imagen clara de lo que te gustaría llegar a ser. A través de tu visión será más facil poner los objetivos de manera más clara.
Hoy puedes realizar acciones que te abran más oportunidades para tu futuro. Incluso deberías de hacerte una imagen mental de ti mismo.
Estas preguntas anteriores van dirigidas a crear tu visión. Pero antes de llegar a poner las buenas respuestas, lo primero que tienes que analizar es tu presente.
En este presente, tenemos que pensar en nosotros y en lo que hacemos en este momento.
Pensar en nosotros y preguntarnos:
- ¿Quién soy yo como persona?,
- ¿Quién soy yo como profesional?,
- ¿Cuáles son mis prioridades?,
- ¿Cuáles son mis valores fundamentales?.
Ese quién soy, qué es lo que hago y hacia dónde quiero ir, no dejan de ser la línea entre nuestro presente y la visión que queremos tener de nosotros en el futuro.
Se trata de ver tu futuro e intentar influir en él creando un plan estratégico.
Unida a esta visión de lo que queremos llegar a ser o hacia donde queremos realizar nuestro cambio o evolución profesional, se encuentra nuestra misión. Cuál será nuestra misión o propósito. Lo que quieres realizar de manera concreta para alcanzar esa visión de futuro que deseas a medio o largo plazo.
Tu misión profesional
A raíz de analizar nuestro presente y hacernos preguntas potentes como quienes somos, que hacemos y hacia donde queremos ir, esto nos debe de servir para fijar nuestra misión. Tienes que definir tu papel, y lo que vas a hacer para conseguir tu visión.
Esta misión deberías de expresarla en una frase corta, casi como un slogan publicitario. Puedes empezar diciendo: “Mi misión es ….”.
Por ejemplo: Mi misión es ayudar a muchas mujeres a liderar su cambio y desarrollo profesional.
Hazte preguntas del tipo:
- ¿Cuál es tu papel como profesional?
- ¿Qué contribución haces como profesional?
- ¿Cómo quieres que te recuerden?
- ¿Qué logros profesionales te hubiera gustado alcanzar dentro de 10 o 20 años?
Cuando descubres aquello que te gusta hacer, es decir, aquello que te apasiona y lo utilizas para hacer mejoras a tu alrededor, esto se puede convertir en tu misión.
Todos tenemos un por qué hacemos las cosas. Todos realizamos acciones con un propósito.
Ya hemos escrito nuestra visión, aquello que queremos para nuestro futuro. También sabemos más o menos que es lo que nos apasiona y podemos poner al servicio de los demás cumpliendo una misión en nuestro entorno.
Ahora tienes que fijarte unos objetivos para que a través de tu misión puedas alcanzar ese futuro que te has propuesto y has visualizado.
Establecer objetivos
Si ya tienes clara tu visión y también la misión no es muy difícil fijar objetivos. Podemos fijar un gran objetivo y dividirlo en pequeñas acciones para que sea más fácil.
Los objetivos tienen que ser medibles, específicos, realistas, pero también ambiciosos. Nos tienen que sacar un poco del confort diario.
Tus objetivos tienen que estar en coherencia con tus valores y motivaciones. Tienes que creer en ellos con determinación porque si no es fácil que en algún momento tires la toalla y abandones.
Te puedes encontrar con creencias limitantes que te hagan más difícil alcanzarlos, pero por ello, durante el camino cuando haya algo que te frene tendrás que preguntarte por qué te está ocurriendo eso.
Tienes que identificar claramente los beneficios de conseguir esos objetivos que te has marcado.
Busca siempre apoyos y recursos, ya que por sí solos muchas veces no podemos alcanzar todo. Pedir ayuda es parte del proceso de desarrollo. Compartir y rodearse de un entorno motivante te ayudará en cada paso.
Y una vez que tenemos los objetivos fijados y por escrito, hay que trazar un plan de acción o estrategia que nos ayude a saber que tenemos que hacer y hacia donde dirigirnos.
Plan de acción o estrategia
“En lugar de preocuparnos por anticipado, pensemos y planifiquemos por adelantado”. Winston Churchill
¿Te has parado en planificar tu vida profesional?
¿Qué vas a hacer para alcanzar tu visión por medio de los objetivos que te has fijado?
¿Por dónde debes empezar?
¿Cuánto tiempo vas a necesitar para conseguirlo?
Todo esto planificación o estrategia no deja de ser una gestión de un proyecto. Tu proyecto profesional.
Tienes que identificar los recursos que tienes y los que necesitas. Con que personas tienes que conectar que te ayuden en tu proyecto. En qué plazo de tiempo quieres desarrollar tu plan.
Así que vas a empezar por crear un plan o estrategia para pasar de lo que eres ahora a lo que quiere llegar a ser. Del trabajo en el que estás al que te gustaría cambiar…
Una planificación de un proyecto se divide en:
Objetivo: Lo que te has propuesto conseguir. Por ejemplo, un ascenso en tu empresa, un cambio de trabajo, un cambio profesional.
Tareas o acciones: Son las acciones concretas que vas a realizar. En estas tareas o acciones están incluidas todas aquellas que van a ayudarte a ese cambio a avance que quieres hacer desde: formaciones, acciones de Networking, revisión de tu fortalezas y debilidades ( te dejo un artículo por si quieres hacer un análisis de esto (FODA), realizar un análisis del sector al que quiero cambiar etc..
Todas estas tareas tienen que ir siempre en relación a conseguir los objetivos que nos hemos fijado.
Recursos: Todos los recursos internos y externos que te puedan ayudar en tu camino hacia los objetivos. (competencias, conocimientos, recursos económicos, contactos, habilidades…).
Plazos: En cuanto tiempo vas a alcanzar tu objetivo (plazos). Cuando vas a empezar y terminar cada acción (calendario).
Beneficios: Qué beneficios o resultados positivos vas a obtener de todo esto. Lo que vas a hacer te ayudará a hacer realidad tu visión. Es importante poner los beneficios por escrito, ya que de este modo siempre tendrás la parte de resultado en la cabeza, para motivarte en los momentos difíciles.
Te doy algunos pasos importantes que te pueden ayudar a no sentirte perdida en ese cambio que quieres realizar. Muchas veces es difícil realizarlo en solitario. Sé que es muy difícil por experiencia propia y yo también acudí a la ayuda de un Coach que me acompaño a encontrar mi misión a marcarme mis objetivos y a desarrollar mi estrategia para estar cada día más cerca de esa visión que tengo desde hace años, y con la que poco a poco me voy sintiendo realizada y feliz.
Esa felicidad consiste en estar en equilibro entre lo que hago y lo que siento. En tener presente mis valores y prioridades en cada paso que voy dando. En aprender de los errores sin la culpa de haberlos cometido. Y lo más importante, de ser consciente que soy la que tengo el timón o volante para conducir mi vida profesional.
Te invito a que reflexiones sobre dónde esta hoy tu vida profesional.
- ¿Estás en el lugar que quieres y mereces?,
- ¿Sientes que lo que haces es tu verdadera misión?,
- ¿Cuántos años más te ves en esta situación profesional?,
- ¿Lo que haces está alineado con lo que valoras?,
- ¿Cuáles son tus prioridades hoy y ahora?.
Siempre puedes acudir a un experto que te ayude en tu cambio profesional. El cambio esta en tus manos. Nunca lo dejes en manos del destino y del entorno.
Te mando un fuerte abrazo.
Ana