Cuando me fui a vivir a Francia, sin conocer el idioma y con 2 niños pequeños, la vida me puso delante la oportunidad de dedicarme a tiempo completo a ellos.

Sin embargo, yo tenía miedo de olvidarme de mi parte profesional y dedicarme solo a mi familia. Fue entonces cuando empecé a sentirme triste, frustrada y estancada. Tenía muchos miedos.

Luego vino el aprendizaje.
A pesar de las circunstancias, no me di por vencida y decidí salir de esa situación buscando ayuda profesional.
Asistí a talleres de autoestima y confianza, que me ayudaron a creer en mí y valorar todo lo que tenía para ayudar a otras personas.

Es así como descubrí que a través del coaching, podía encontrar muchas formas de hacer y todas tenían un mismo objetivo “ayudar a los demás”.

Por eso, hoy quiero ayudar a las mujeres que como tú se sienten derrotadas y con una vida sin sentido, a hacer realidad su sueño de crear un negocio propio que las llene de verdad.