Hoy estaba reflexionando sobre los momentos de tránsito profesional que he tenido a lo largo de vida. Esos momentos que sabes que no pueden ser definitivos. Donde no te puedes quedar estancada. Lugares que no son tu lugar.
Estos momentos pueden ser, desde estar desempleada, estar en trabajos para pagar facturas pero que no te llenan, etapas de parón profesional para dedicarte a la familia…
Cada una pasamos por estos momentos de transición profesional de manera diferente. Algunas porque no queda más remedio y otras por decisión voluntaria.
Recuerdo mi primer trabajo serio, ese que trabajas a jornada completa y que esta relacionado con lo que en ese momento se supone tienes que hacer.
Era un trabajo como responsable de administración de personal en una constructora pequeñita. El puesto tenía un nombre muy grande para lo que yo estaba capacitada a hacer, ya que tenía mucha teoría, pero poca práctica.
Realmente me dedicaba a la gestión de la nómina, los contratos de trabajo y los finiquitos. No había más tareas que esas, porque la plantilla y el sistema de empresa no daba para más. Pero este trabajo me ayudo a buscarme la vida para pasar de la parte teórica a la practica en un corre que te pillo.
Fue desde luego un choque con la realidad, del que sale de una universidad y una formación de postgrado, y no tiene la pajolera idea de lo que es la realidad de un trabajo.
Todos pasamos por esa primera experiencia, que después de un tiempo, en mi caso fue un año, solo lo vemos como un escalón para ir un poco más hacia arriba.
Tenía claro que debía de aprovechar esa oportunidad para aprender mucho de mis errores, analizar todo lo que me faltaba por aprender, y sobre todo a planificar mi próxima etapa, porque este era un trabajo de tránsito.
Aprovechar la oportunidad para aprender de mis errores, analizar lo que me falta por aprender y planificar mi próxima etapa. Mujer Expat
Durante este año, no solo aprendí de la práctica del día a día y las dificultades, sino que dediqué tiempo a seguir formándome, pero de una manera mucho más concreta. Haciendo aquellas formaciones que me permitieran salir de ahí, para engarzar con otro eslabón de mi carrera profesional.
Hasta entonces, no sabía muy bien hacía dónde me quería dirigir y cual sería mi proyecto profesional. Si, por el contrario, confirmé que quería estar dentro de un departamento de Recursos Humanos ayudando a que estos fueran más humanos que recursos.
Por aquel entonces, en este primer trabajo “los de Personal” eran el objetivo de muchos trabajadores. Era la imagen que se tenía…y por desgracia creo que en algunas empresas todavía persiste.
En mi caso, uno de mis objetivos era hacer un trabajo dentro de Recursos Humanos que los humanizara. Qué fueran la gestión de personas con nombres y apellidos. Estoy hablando de 1998. En aquella época era ciencia ficción pensar en esto. Pero yo lo había leído, lo había escuchado, y ese era uno de mis objetivos.
Después vinieron más trabajos de tránsito que me ayudaron a crecer profesionalmente. Eran oportunidades para seguir aprendiendo de los errores, para seguir analizando qué me faltaba aprender y seguir planificando mi siguiente etapa.
Desempleo como momento de transito profesional
También he pasado momentos de desempleo. Reconozco que pocos y durante poco tiempo. Han sido momentos de tránsito para ponerme las pilas porque me había dormido en los laureles. Rápidamente analizaba hacía donde tenía que dar el volantazo para poder tomar nuevos caminos.
Si te encuentras en un callejón sin salida, da un volantazo y cambia de rumbo porque eres quién conduce el coche. Mujer Expat
El desempleo tiene que ser una etapa de trabajo personal. Una etapa para perfilar cuál es nuestro proyecto y hacía donde nos queremos dirigir. Es una etapa de elecciones, de analizar pretensiones, experiencias, puestos, ofertas, empresas y muchos factores que necesitas para salir de ahí.
Hacerte muchas preguntas como:
– Trabajar en el mismo sector.
– Trabajar en los mismos tipos de puestos.
– Cuál es la talla de la empresa en la que quiero trabajar.
– Qué es lo mejor que puedo aportar de las experiencias vividas.
– Se cuales son mis mejores resultados y todo lo que he conseguido.
– Quiero probar otro tipo de experiencias profesionales (que otras cosas puedo hacer con lo que sé, lo que tengo y lo que he hecho).
Es un momento de trabajo personal, reflexivo, analizando y profundizando en la trayectoria que queremos continuar a los mandos de nuestro vehículo.
Es importante saber cuánto tiempo nos podemos permitir transitar en este momento de desempleo. Y esto nos lo dirá nuestro análisis financiero. Cuanto tiempo podemos estar sin ingresos o dependiendo de los ingresos del Estado.
Si este tiempo no es mucho, igual una opción tendrá que ser transitar por trabajos para pagar facturas, sin olvidar que estos trabajos son un medio para continuar conduciendo nuestro coche hacia el objetivo profesional al que queremos llegar.
Has parado tu carrera profesional por necesidad personal
Has decidido hacer un parón profesional por dedicarte a la familia por un tiempo. Pero ese tiempo se esta alargando más de la cuenta, y ves que el ritmo del mercado laboral está muy lejos de ti.
No sabes de que manera te puedes incorporar al mundo profesional, sobre todo porque sientes que has perdido capacidades, disciplina y que igual estas un poquito oxidada.
Si durante este tiempo de tránsito no te has preocupado de mantenerte un poco al día, te será más difícil la incorporación. Tendrás que trabajar mucho más a través de formaciones y cursos que te den una visión del mundo profesional al que te quieres incorporan. Formaciones basadas en lo que se necesita y se espera de una profesional de tu ámbito y sector.
O, por el contrario, te pude pasar como me pasó a mí.
Yo estuve bastantes años en este tipo de momento/tránsito. Fue una decisión personal de la que no me arrepiento, pero en la que no hice muchas cosas bien. Una de ellas fue alargarlo con infinidad de excusas, entre ellas no solo eran los niños, sino que económicamente tenía un sostén detrás. Pero llegaron los días en los que las excusas yo no me empezaron a valer. Llego el día en que eché de menos mi faceta profesional, mi independencia económica y también la independencia de ser solo madre.
Así que, cuando llega este momento hay que tomar impulso para decidir que hacer con nuestra vida profesional. Esa que tanto echas de menos, pero a la que no sabes cómo aproximarte.
En un primer momento opte por la opción de hacer lo que siempre he hecho y he sabido hacer. Aproximarme a puesto de Recursos Humanos.
Pero algo dentro de mí me echaba para atrás. El simple hecho de estar todo un día en una oficina, con horarios interminables por un salario a final de mes… no me terminaba de convencer.
Me di cuenta de que mi escala de valores y mis prioridades habían cambiado mucho. Yo misma había cambiado mucho. Ya no era la misma persona. Ese momento de parón en mi vida profesional, junto con el cambio de país, me había hecho ver las cosas de otra manera.
Ya no tenía interés para mí escalar profesionalmente escalar dentro de una empresa hacía puestos llamados de éxito. Para mí el éxito ya no era ese. Sabía que ese tipo de trabajo no me iba a dar la felicidad.
Por otro lado, no quería abandonar el mundo de los Recursos Humanos y la gestion de personas. Era un tema que me apasionaba, pero lo que no quería era volver a la empresa. Quería seguir manteniendo mi libertad sobre todo personal.
Encontrar el lugar donde encajamos es el mayor de los proyectos que tenemos que abordar en nuestra vida. Mujer Expat
Cómo encajar lo que te gusta, la temática que te apasiona con el lugar donde desarrollarte es parte de nuestro proyecto profesional. Y puedo asegurar que no es fácil. Hay que trabajar mucho, y muchas veces no lo podemos hacer solas, porque no sabemos cómo.
Yo también acudí a la ayuda de alguien que me enfocara y orientara hacia el lugar dónde podría encajar mi nuevo YO.
Pero por mucha ayuda y orientación que recibí, el trabajo de análisis lo tuve que hacer yo. El trabajo de creencias limitantes arrastradas toda mi vida lo tuve que hacer yo. Y quitarme miedos y prejuicios de la cabeza también lo tuve que hacer yo. Dejar de escuchar a mi entorno también lo tuve que hacer.
Una vez que tuve claro mi objetivo, me puse a caminar probando poco a poco.
En esta etapa de transito a lo mejor también te toca hacer de becaria, voluntaria o trabajos no muy bien remunerados. Pero si todo va encaminado a aproximarte al objetivo que te has marcado para incorporarte como profesional, bienvenido sea.
No es empezar de cero, porque ya tuviste una trayectoria profesional, pero te ayudará a mostrarte a ti misma que nunca dejaste de ser una profesional valida para emprender cualquier nueva etapa.
Espero que estés en la etapa que estés, todo lo que te comparto pueda ayudarte a reflexionar sobre la temporalidad de las etapas de la vida, y como tenemos que ir adaptándonos a ellas, pero sin perder los mandos al volante.
Un abrazo
Ana