No es la primera vez que emprendo una idea de negocio.
Ya en el 2016 monté con unas amigas una empresa de tapas españolas a domicilio. Aquello fue una gran aventura que me hizo experimentar lo que era crear un negocio y sobre todo aprender de los errores, que fueron muchos.
Esta aventura del negocio de tapas duró 2 años, y por propia voluntad decidimos cerrar y cada una seguimos un camino diferente.
Al final, nos dimos cuenta, que para montar un negocio tienes que tener en cuenta que vas a tener que hacer ciertos sacrificios y no vas a poder desconectar, porque es tu negocio.
Una vez terminada esta aventura, me lancé a la búsqueda de empleo en el área de Recursos Humanos, que es mi profesión. Pero me ocurrió algo muy extraño. Solo de pensar que tenía que estar en una oficina mínimo 8 horas, realizando trabajos un poco rutinarios, y con objetivos que no eran los míos…me hacía tener cada vez más reparo a la hora de encontrar algo.
Volvía a rondar por mi cabeza la idea de ser mi propia jefa. De hacer algo que verdaderamente me hiciera sentir la ilusión, tener proyectos en los que desarrollar mi creatividad, aprender y sobre todo organizar mi tiempo.
Eso es lo que más me gusta. Poder organizar mi tiempo de trabajo como yo quiero, basado en los proyectos que me marco y me interesan.
Hay que aprovechar a aprender de todas las experiencias que te ofrece la vida, que, aunque a veces sean difíciles, siempre llevan impresas una moraleja o lección. Mujer Expat
En mi caso, encontrar un empleo en un país que no era el mío, con la dificultad del idioma y con un mercado de trabajo bastante desconocido, me hizo aprender día a día, investigar, preguntar, indagar…y esto me llevó a tener un conocimiento de las mejores estrategias y truquillos para la búsqueda de empleo.
Pero lo curioso, es que muy dentro de mí, no tenía mucho interés ni ganas de encontrar ese empleo.
Siempre tenía la imagen de la oficina, encerrada entre cuatro paredes, con las mismas rutinas, los mismos documentos, finalizar el día, y vuelta a empezar al día siguiente.
Esa imagen me hacía temblar. Sentía que perdía mi libertad.
Surgió la oportunidad de acompañar a mujeres expatriadas, que, como yo, estaban en búsqueda de empleo o que quería montar su propio negocio.
El boca a boca es muy importante. Y esto es lo que pasó.
Empecé a conocer la historia de diferentes mujeres expatriadas. Sus vivencias, dificultades, problemas a la hora de enfrentarse al mundo profesional…
De ahí, surgió la idea de escribir un Blog. Un Blog, que hablará de mi experiencia como mujer que realicé un cambio, hice un parón profesionalmente y decidí volver a incorporarme al mundo profesional con un sueño, un proyecto que me que ilusionara y diera sentido a mi vida.
Este Blog fue para mí la manera de abrirme al mundo, de exponerme, de aprender y de descubrir que podía ayudar a muchas mujeres a cumplir con sus sueños.
Posteriormente, pensé que esto podría convertirlo en un trabajo, ya que empezaban a aparecer personas que querían que las ayudará a hacer un cambio radical en su carrera profesional. Mujeres que se querían reorientar laboralmente y que necesitaban el apoyo de alguien que les motivara, les guiara y mostrara la manera de organizar sus ideas y proyectos profesionales.
Fue así como pasé de abandonar completamente la idea de trabajar por cuenta ajena y decidí embarcarme de nuevo en el mundo del emprendimiento.
Aterrizar tu idea de negocio a la tierra
Una de las primeras cosas que hice fue aterrizar todas las ideas que tenía en mi cabeza, y plasmarlas en el papel.
Siempre aconsejo, como manera de trabajar e incluso terapia, trabajar con bolígrafo y papel.
La hoja en blanco es muy dura al principio. No sabes que escribir, pero una vez que te pones ¡es tan terapéutica! A mí me ayuda muchísimo no solo para mi trabajo sino también para mi vida personal.
La cuestión es que, a la hora de organizar mi idea de negocio, la mejor herramienta que siempre utilizo, y no soy la única que lo hace, es el modelo Business Canvas.
Pero antes de presentarte este modelo. Quiero que no pierdas de vista un tema muy importante.
Quiero que te hagas dos preguntas si quieres emprender algo:
1. ¿por qué quiero emprender?
2. ¿para qué quiero emprender?
Son dos preguntas muy potentes, pero muy necesarias antes de ponernos a trazar nuestro plan.
Hay muchas razones para emprender, desde ganar más dinero, porque odias a tu jefe, porque te aburre el trabajo, porque quieres tener más tiempo libre y organizar tus horarios….
Pero quizás estos no sean motivos suficientemente fuertes como para emprender un negocio.
Es muy importante definir el POR QUÉ y el PARA QUÉ.
Para mí, emprender ha sido un estilo de vida. Una manera de ofrecer un servicio a los demás, y ponerme también al servicio de los demás. Mujer Expat
Y lo que tengo muy claro, es que no se debe de emprender solo por el hecho de ganar más dinero, porque puedo asegurar que los clientes no aparecen de inmediato.
Se debe de emprender un negocio por algo que realmente te gusta, disfrutas y te sientas feliz con ello. Además de esto, tienes que tener habilidades y competencias para poder desempeñarlo.
Los clientes notarán que es algo que te apasiona. Lo mismo que cuando vas a una tienda, y ves que la persona que te vende disfruta con su trabajo y cree fielmente en lo que vende.
Para mí, mi negocio es una misión. Una misión de poder ayudar a mujeres a su cambio profesional. Y como misión se ha convertido en un propósito de vida.
Gracias a ser un propósito que me motiva muchísimo, siento que, en momentos duros, cuando las cosas se ponen difíciles y no salen como quiero, mi propósito me ayuda a perseverar y seguir en el camino porque tengo que seguir con esa misión.
El día que deje de ser mi propósito y me deje de motivar, ese día no podré avanzar con la ilusión, la perseverancia y la paciencia como lo hago ahora.
Así que lo primero que tienes que reflexionar y analizar son estas dos preguntas: Por qué y para qué.
Empieza por formalizar tus ideas en un modelo de negocio – Business Canvas
En este modelo, muy utilizado, tiene 9 puntos importantes para tener en cuenta a la hora de desarrollar cualquier idea de negocio.
Es una manera de organizar toda la información que tienes en tu cabeza, y también otra información que a lo mejor no habías pensado en ella.
Puedes descargarte mi plantilla aquí
En este artículo os voy a compartir los dos primeros puntos a tener en cuentas y empezar a trabajar:
1. A que cliente te vas a dirigir – cliente o público objetivo
2. Cuál es tu propuesta de valor. Para ello es muy importante conocer cuáles son las necesidades de nuestros clientes, sus problemas a resolver etc.
Estos dos puntos son fundamentales para bajar a la tierra todas nuestras ideas de negocio, porque sin clientes no hay negocio, y sin una buena propuesta que cubra sus necesidades y problemas tampoco.
Esto lleva un tiempo, ya que no es nada fácil conocer ni el tipo de cliente ni sus necesidades a primera vista.
Tú puedes tener una idea, pero hay que analizar y ver lo que hay en el mercado. Hacer mucha investigación de lo que pueden estar haciendo otras empresas que se dedican al sector en el que tú quieres entrar.
También tienes que investigar sobre las necesidades de tu futuro cliente. Cuáles son sus puntos de dolor, sus problemas sin resolver. Cuál es su principal problema, reto, duda. Que significaría para esta persona resolver su problema.
Este público objetivo se encuentra dentro de un nicho de mercado.
Se habla de nicho de mercado como la porción de un segmento del mercado en la que los individuos poseen características y necesidades homogéneas, y estas últimas no están del todo cubiertas por la oferta general del mercado.
Te pongo dos ejemplos para ver la diferencia entre segmento de mercado y nicho de mercado.
1. El ejemplo de un segmento de mercado como los viajes y destinos turísticos. Dentro de este segmento de mercado podríamos elegir un nicho de mercado como los cruceros. Y podríamos especializar mucho más el nicho en hacer cruceros sin niños.
2. Otro ejemplo es una panadería. El segmento de mercado sería la gente que consume pan en general, y un nicho de mercado podría ser la gente que consume pan integral.
Cuando te especializas en un nicho de mercado, es fundamental que te identifique con él. Que puedas aportar valor partiendo de:
1. Lo que sabes (tu formación académica)
2. Lo que has hecho (tu experiencia profesional)
3. Lo que has vivido (tus experiencias personales)
4. Lo que te gusta y te motiva (es aquello que te interesa o te apasiona y nunca te cansarías de hacer).
Así que lo principal es encontrar ese nicho de mercado con el que te sientes identificada, y después empezar a analizar el público objetivo al que les vas a resolver problemas, cubrir necesidades, ayudar y servir con los 4 puntos mencionados.
Es muy importante que el nicho que elijas sea parte de tu pasión. Te digo esto, porque como he mencionado anteriormente, el camino del emprendimiento no es fácil. Tienes muchas subidas y bajadas emocionales.
Tendrás que invertir muchas horas de aprendizaje, de pruebas y errores, de experimentar…y todo esto sin saber si vas a conseguir muchos clientes y ganar mucho dinero.
Esta claro que siempre hay que hacer un estudio de la viabilidad del negocio, pero, aun así, muchas veces los negocios no avanzan como queremos.
Por ello, en muchas ocasiones las personas que emprendemos nuestro negocio sabemos que es una jornada de 24 horas. Donde hay que ponerle mucha paciencia, amor, perseverancia y pasión. Si es algo que te apasiona, no dejarás de aprender y profundizar para convertirte en experta y poder aportar más y mejor.
Ahora define tu público objetivo o cliente ideal
Como te he mencionado anteriormente, el público objetivo es el cliente al que vas a dirigir tu propuesta de valor y servicios.
Este cliente ideal esta dentro del nicho de mercado que has elegido, y tienes que dirigirte específicamente a él.
Existe la gran pregunta en referencia a nuestro cliente o público objetivo. ¿Para quién concretamente vamos a crear nuestro negocio?.
Y para responder a esta gran pregunta, te voy a lanzar otra serie de preguntas, que gracias a las respuestas que vayas obteniendo podrás ir concretando más, cuál es tu público objetivo.
- ¿si es hombre o mujer?
- ¿edad?
- ¿casado o no, con hijos o no?
- ¿nivel de estudios?
- ¿Dónde trabaja?
- ¿Qué interese y aficiones tiene?
- ¿Cuál es su principal problema?
- ¿Qué dolor representa ese problema en su vida?
- ¿Qué significaría resolver este problema o dificultad para esta persona?
Es muy importante tener un conocimiento profundo de tu público/cliente, porque gracias a ello, vas a poder conectar y ayudarles mejor.
¿Qué le voy a proponer a mi público o cliente ideal?
Aquí voy a entrar en definir la Propuesta de Valor de nuestro negocio. Y para ello vuelvo al esquema que utilicé anteriormente, en la especialización del nicho de mercado.
Tienes que analizar en tu interior:
Revisa aquellas habilidades, competencias y experiencias, que además te interesan y apasionan, para conectarlo con esa necesidad de tu cliente dentro del nicho de mercado que has elegido.
Hay que realizar una búsqueda activa de problemas a resolver. Puedes partir de una hipótesis que crees que necesita tu cliente. Pero necesitas conocer a través de foros, cuestionarios, solicitar feedback y mirar las comunidades en redes sociales del tema que quieres trabajar.
Esta fase de sondeo es crucial para conocer en profundidad las necesidades y sabes de que manera les puedes ayudar a conseguir una transformación.
Debes de conocer no solo la necesidad o problema que tienen, tienes que ir más allá, indagar el por qué de ese problema o necesidad. De este modo, podrás ayudar mucho mejor y tu negocio podrá ser rentable.
Si tienes una idea de emprender en tu cabeza, y te lleva rondando tiempo como me pasaba a mí, empieza por poner por escrito todas esas ideas. Es una manera de organizarlas y de ver si realmente es lo que quieres hacer. Si realmente esa es la misión que hoy quieres desempeñar.
Deseo que todas esas ideas que tienes sirvan para ayudar a transformar el mundo y que sientas en ello tu realización profesional y personal, como me ha sucedió a mí.
Si te ha parecido interesante este artículo, compártelo con aquellas personas que conoces que les pueda ser de utilidad. Ayudarás a que ellas también se transformen y realicen su cambio.
Un abrazo
Ana – Mujer Expat